Máquinas de afeitar

Las máquinas de afeitar son consideradas como la principal herramienta de cualquier barbero. Esto se debe a que al igual que las tijeras, la máquina de afeitar es indispensable debido al gran uso que se le da durante la práctica del oficio.

Las máquinas de afeitar también conocidas como maquinillas, son herramientas diseñadas por Ramington Rand. Este hombre poseia la visión de poder realizar su aseo personal de la manera más cómoda posible.

Por eso, en el año 1931 diseña las primeras patentes de la máquina de afeitar que cambiaría el rumbo de la historia. Estás patentes formaban el diseño de una máquina portátil capaz de afeitar sin la necesidad de usar agua o jabón.

Sin embargo, las ideas no fueron bien recibidas hasta el año 1937, cuando millones de máquinas de afeitar fueron vendidas en sólo tres países. Después de este gran triunfo, las máquinas de afeitar fueron creciendo como producto de uso profesional y personal.

Y así fue como las máquinas de afeitar dejaron de ser únicamente para el corte de hombres y, fueron diseñados modelos para proporcionar una afeitada íntima a mujeres.

Un producto revolucionario que cambiaría la historia e incluso en la actualidad, sería de gran importancia

Muchos años después de su creación, las máquinas de afeitar siguen siendo muy utilizadas. En la actualidad no existe barbería que no cuente con una herramienta tan básica como la máquina de afeitar.

Las máquinas de afeitar cuentan con un sistema que es dirigido por un motor. Este motor puede funcionar gracias a la energía producida por baterías desechables o por la conexión a la electricidad. Esto va a depender del modelo elegido y la fábrica que lo produzca.

El motor se encarga de realizar el trabajo para que las cuchillas dobles puedan afeitar de manera precisa y segura el cabello. Aunque las cuchillas pueden afeitar tocando la piel, poseen un sistema de seguridad que evita cualquier corte.

De esta forma se previene de la mejor manera que hayan accidentes a causa de cortadas. Por lo que se garantiza que las máquinas de afeitar son seguras.

Además de que las máquinas de afeitar fueran diseñadas para un buen corte, muchos años después de la creación de Randy, un inventor holandés fue e encargado de mejorar la idea.

Así es como se origina la nueva versión de las máquinas de afeitar que todos conocemos en la actualidad, con motores eléctricos.